La subasta inversa como solución a tus necesidades

Decía el reputado psiquiatra Enrique Rojas que “la gente que triunfa en la vida es la que toca bien una tecla. No tres. Una”. ¿Qué extraemos de todo esto? Lo primero que, como comprador, no tienes que ser perfecto en todas las habilidades y las aptitudes que se te presuponen para ser el mejor. Y dos, si eres capaz de admitirlo, podrás encontrarle una solución. La subasta inversa puede ser la solución para que la tecla de la negociación no se te resista. Oye, que puede ser también que tus prioridades sean más estratégicas y quieras centrar tu tiempo en otras cuestiones que la de sentarte a la mesa con un comercial y jugar al tira y afloja; o que tengas una perspectiva de las compras más analítica. En todos estos escenarios, cabe la subasta inversa.

El motivo fundamental es que la subasta inversa tiene una vocación de oferta. Es decir, no eres tú el que pide precios a los proveedores para encontrar la mejor oferta si no que son ellos los que hacen su oferta y tu decides cuál es la mejor de todas.

Ojo porque en las subastas inversas, no tiene por qué ganar la puja más baja. En las plataformas de negociación electrónica más sofisticadas existe la funcionalidad de ponderación. Con ella, el comprador puede reservarse una puntuación personal para los elementos/condiciones que considere relevante para la adjudicación: plazo de entrega, pedido mínimo, financiación, etc. De esta forma la plataforma calcula en tiempo real (mientras está celebrándose la subasta) qué puja cumple no solo con el requisito-precio sino con el requisito/s que establece el comprador. Así pues, además de evitar una larga negociación donde puede jugar en contra, nuestra pérdida de objetividad, la subasta inversa se presenta como un campo para el ‘fair play’ que además fomenta la transparencia del proceso en ambos sentidos.

En el transcurso de la subasta, en la que todos los proveedores pueden ver en tiempo real, qué puja deben hacer para resultar ganador. El comprador ve a través de una gráfica la lucha de pujas entre los proveedores y finalmente la puja ganadora. El comprador es como un espectador en una carrera de caballos, en el que se alternan las primeras posiciones a un ritmo vertiginoso, donde cada animal da lo mejor de si mismo y gana el mejor. La mejor oferta y el ahorro está garantizado.

Una Subasta inversa tiene muchas más ventajas. Es muy eficiente desde el punto de vista del tiempo, ya que la decisión de adjudicación puede tomarse en semanas o incluso en días en lugar de meses, como en el caso en las licitaciones tradicionales. Proporcionan una visión de los proveedores sobre cuán competitivos respecto a sus otros competidores. Reduce el papeleo y aumenta la transparencia en el proceso de adjudicación. Y sobre todo permite ahorrar costes de manera rápida y conseguir SIEMPRE la mejor oferta son necesidad de negociar.

[VIDEO] Si quieres saber cómo funciona la subasta inversa en una plataforma de negociación electrónica, no puedes perderte este vídeo.

 

En España este tipo de negociación suele usarse para un elevado volumen de compras pero con la plataforma adecuada de negociación electrónica las empresas podrían emplear la subasta inversa como su método principal de negociación. Muchas de estas plataformas son complejas y nada fáciles para el usuario. La idea es encontrar una plataforma que sume, no que reste; que agilice, no que ralentice.