Todo comprador se ha encontrado alguna vez en el punto en el que no puede reducir más los costes o que cada vez, le cuesta más.
Y ahí surge el dilema. ¿Qué puedo hacer?
Entonces es cuando nos encontramos en ese callejón sin salida y nos surgen preguntas como estas:
- ¿Cambiamos de proveedor?
- ¿Apretamos al proveedor perdiendo de vista el win-win?
- ¿Arriesgamos perder al proveedor en una tensa negociación?
Francamente y llegados este punto, deberíamos tomar alguna medida pues nos encontramos en un callejón sin salida, a medio plazo.
«Justo en ese punto de “no retorno”, es cuando deberíamos poner en marcha la conocida Economía de Escala, a dos niveles diferentes»
A continuación, definimos los dos posibles pasos a seguir, basados en la Economía de Escala.
- El primer paso es aglutinar los proveedores y dejar los mínimos posibles.
No deberíamos dejar solo a los más baratos sino a los que cumplan las tres «P» (precio, plazo, postventa). Una vez realizada dicha «selección natural», hemos conseguido concentrar más volumen y crear una nueva moneda de cambio en la negociación, lo cual la vuelve a convertir en un win-win. Esto redunda en una bajada de costes que además permite convertir a un proveedor en partner.
- El siguiente paso a seguir a medio plazo, sería crear economías de escala.
Para crearla deberíamos aprovechar sinergias de compra con otras empresas. Simplemente aprovechar el volumen de varias, negociar conjuntamente y obtener así, mejores costes/servicio.
Tanto si fuese posible, como si no fuese posible implementar el punto anterior, recomendamos utilizar Plataformas de compra/Centrales de compra, para intentar seguir optimizando. Estas disponen de un volumen de compra superior al nuestro, con lo que deberían reducir nuestros costes y lo que es más importante, a largo plazo, seguirán contando con más volumen de compra por la propia inercia de su negocio y podrán seguir reduciéndolos.
Veamos un ejemplo práctico
Para ilustrar cómo poner en marcha una economía de escala veamos un ejemplo práctico: Una partida de compra de SSGG (servicios generales) como es el transporte.
En el tema logístico acostumbramos a colaborar/negociar con diversos proveedores en función de tipología y zonas.
«A veces tenemos demasiados proveedores para las mismas tipologías/zonas de transporte, con lo que deberíamos empezar a intentar agruparlos lo máximo posible»
Tras este primer paso, si nos ha sido posible hacerlo, ya habremos conseguido concentrar más volumen.
Como segundo paso, podríamos intentar sumar volúmenes con otras empresas con algún tipo de vinculación. Esto nos volvería a hacer ganar más volumen con la consecuente mejora.
Como tercer y último paso, al margen de si nos ha sido posible realizar el primer y segundo paso, deberíamos utilizar como partner a un optimizador logístico.
En este punto podemos pensar que el margen de beneficio que ellos ganan dificultará una óptima reducción de costes. La sorpresa es que no acostumbra a ser así.
Debemos entender que ellos aglutinan más volumen que nosotros, por tanto, el volumen de todos sus clientes les da una fuerza de compra y postventa, mejores de las que nosotros podríamos conseguir. Por lo que, aun sumando ellos su margen de beneficio sobre las tarifas, serán mejores que las nuestras negociadas individualmente.
Además de los antedicho debemos de tener en cuenta que ellos año tras año conseguirán más volumen gracias a sus nuevos clientes y esto nos permitirá conseguir mejores costes sin tener que cambiar de proveedor ni aumentar nuestra facturación en transporte.
En definitiva y como vemos claramente en el ejemplo;
«Siempre se trata de sumar y nunca de restar»
Este es un planteamiento a medio/largo plazo que nos garantiza una futura reducción de costes basada en comprar más y más barato.
Sobre el autor…
Director de Compras, Servicios generales y Corporativos en Grupo COFME. Profesional y experto en compras, con más de 11 años de experiencia.