Comprar barato o eficiente. He ahí la cuestión. Lo cierto es que desde mis comienzos en el mundo de las compras en el año 2001, nadie me habló de una gestión de compras eficiente, siempre me habían inculcado que la negociación tenía que ser dirigida a comprar lo más barato posible.

A lo largo del tiempo he podido comprobar que depende de qué tipo de empresa, así deben ser las compras, pues no es lo mismo, comprar material para una empresa distribuidora, que materia prima para una empresa fabricante que tiene mayores costes añadidos en su fabricación

Es cierto que en una empresa distribuidora es más fácil que a un comprador le exijan negociar barato y, por tanto, el valor añadido que se pueda negociar vaya por otras vías, como puede ser: Marketing y Publicidad por parte del proveedor, facilidad en el aprovisionamiento, comprar mediante Just in Time, y todas las fórmulas que un comprador creativo pueda negociar con sus proveedores.

En este post me voy a centrar en mi visión de las compras para empresas fabricantes, y sobre todo para pequeñas y medianas empresas en las que el coste oculto de la gestión interna es muy alto, pero difícil de medir.

Cuando conseguimos comprar calidad y, a buen precio, es una satisfacción para el comprador y una eficiente gestión para la empresa en la que trabajamos, pero mi pregunta es:

¿Cuándo compramos pensamos en cómo afectarán estos materiales a los demás departamentos de la empresa?

Llevo muchos años oyendo esa frase “ese material no es importante, total como cuesta muy poco…”. Pues bien, los materiales más económicos, aquellos llamados C, son los que más coste provocan a una empresa. Tienen coste de gestión de compras (repetitivas en el mayor de los casos), coste de gestión en la recepción del material en la empresa, ubicación, movimientos innecesarios en las líneas de producción, con el consiguiente tiempo perdido por los operarios de fábrica, facturación, etc.

Hace casi tres años empecé la labor de dar eficiencia a esas piezas en las que nadie se fija porque son pequeñas, baratas y se tenía por costumbre comprar en cantidades industriales. Hablo de los elementos de fijación o más comúnmente llamados tornillería.

Buscamos a un proveedor que nos diera los siguientes servicios; material con calidad probada, servicio logístico, y consultoría técnica. Incluimos en nuestras instalaciones un almacén automático que por sí mismo realiza el pedido vía datos al proveedor: cuando el material llega a un peso mínimo el software envía un lote de pedido, señal que diariamente llega a las instalaciones logísticas del proveedor, donde se gestionan los pedidos y envían a su sede en Madrid. Una vez por semana el proveedor gestiona el aprovisionamiento del almacén automático.

A día de hoy los beneficios han sido:

  • Eliminación de:
    • Compras semanales del material, son automáticas.
    • Retrasos en las entregas, está dimensionado según el consumo.
    • Portes urgentes, cuando un material es necesario para no parar una línea.
    • Gestión del personal de recepción y ubicación, se externaliza dicho servicio.
  • Reducción de seis almacenes a uno sólo.
  • Disminución del movimiento de cada operario para aprovisionar su propio puesto, ahora lo hace un equipo y repone cada uno de los puestos.
  • Reducción de las referencias, hemos pasado de la gestión de 1700 a 900 referencias gracias a la consultoría técnica.

Estos beneficios influyen en la gestión interna de la empresa que tiene un coste poco apreciable a simple vista, pero que está ahí y forma parte del coste fijo y variable de una empresa, que de esta manera se ve reducido. Además, se libera al personal implicado para realizar otras operaciones más importantes.

Una vez comprobado el éxito del proyecto, extrapolamos el proyecto a las herramientas de uso diario de las líneas de fabricación, que al centralizarse se redujo el consumo en un 60%, aun habiendo unificado a fabricantes de alta gama.

«Ahora, no nos engañemos, cambiar la mentalidad de una empresa es difícil, pero no imposible, si se hace partícipe del proyecto a todos los departamentos implicados, consiguiendo que se trabaje en una sola dirección»

Cada día nacen empresas nuevas, con mejores tecnologías, más avanzadas en procesos, gestión de los recursos, publicidad hacia el cliente (e-shops), etc., que mediante la eficiencia y productividad consiguen mejorar su producción y, por tanto, trasladar a sus precios el más bajo coste de producción, creando así su ventaja competitiva.

Por ello, estoy convencida que cualquier empresa debe tratar de mejorar en estos aspectos para no quedarse obsoleta o tener los mayores precios del mercado para sus productos.

La Crisis Financiera vivida a partir de 2007 ha sido un gran profesor de esta realidad, puesto que ha penalizado a empresas obsoletas que no han sido capaces de bajar los precios de sus productos debido a su alto coste interno.

Sobre el autor…

  Begoña Suárez

Negociador de Compras en SEDECAL, S.A. Experiencia de 15 años en compras de bienes y servicios. Proyectos de automatización del aprovisionamiento de materiales. Grado en Dirección y Creación de Empresas (DICRE) por la Universidad Europea de Madrid.