La actividad empresarial requiere de una presencia activa y permeable a la diversidad, capaz de reinventarse y moldearse a las circunstancias

La metodología de trabajo de una empresa incluye, tanto la manera funcional de proceder, como el sistema organizativo del mismo. Plantear y proponer estrategias de negocio es una de las funciones más importantes que puede llevar a cabo un determinado departamento, y en definitiva, los grandes responsables de una compañía.

Tanto a nivel procurement como al nivel que desempeñan las empresas proveedoras, los planteamientos estáticos no son nada beneficiosos a medio y largo plazo. La economía y los mercados, unidos a la fuerte competencia, constituyen un escenario tremendamente voluble y cambiante. Las empresas han de tener la capacidad de innovar, crear y gestionar nuevas formas de proceder y de entender la filosofía de su negocio.

Especialmente prioritario es este hecho en el desarrollo de las estrategias de negocio y toma de decisiones, pues afectará directamente al éxito de las mismas. Por lo tanto,  el entorno y los grupos de trabajo de las diferentes áreas de una empresa son fruto de estudio y análisis para poder ofrecer el mejor acceso a la inspiración y diversificación de ideas con el fin de potenciar las capacidades de los profesionales.

De esta idea nace el concepto de grupos de recursos de empleados (ERG), se trata de grupos de empleados o grupos de trabajo que se reúnen en base a características compartidas y experiencias de vida. De estos encuentros o reuniones se crea un valioso feedback estratégico y funcional a poner en práctica en las estrategias de negocio o en los procedimientos de cada área de negocio.

Diversidad en las estrategias de negocio

La diferenciación es clave para tener un mayor éxito en el rendimiento del negocio: diferenciarse en el producto, en las estrategias de negocio, en la organización funcional, etc… Todo suma para poder situarse por delante de la alta competencia y proyectar una mayor visibilidad ante los futuros clientes.

La teoría de la creación de los grupos de recursos de empleados basa su fuerza en la importancia de las diferencias individuales de las personas. Los estudios de diferentes grupos ERG en las empresas evidencian que las personas con distintas culturas, experiencias y conocimientos clasifican las necesidades funcionales de diferentes maneras y establecen estrategias de negocio en función a estas.

Una de las grandes ventajas de la creación de estos grupos de recursos de empleados reside en el flujo constante de nuevas ideas, algo especialmente relevante en un ámbito funcional tan importante como los departamentos de adquisiciones.

Los grupos ERG han pasado de ser una actividad simbólica para favorecer dinámicas de trabajo y potenciar un entorno de trabajo más comprometido, a ser verdaderos factores definitorios de las actuales estrategias de negocio de muchas grandes empresas. Son recursos potenciales en la actividad estratégica de la empresa y se definen como auténticos grupos de tomas de decisiones con objetivos claramente diseñados:

  • Los miembros ERG se comprometen a liderar sus retos y planteamientos para trabajar de manera efectiva y conjunta incluso se generan colaboraciones cruzadas dentro y fuera de la empresa.
  • Establecen su proposición de valor y trabajo, evaluando y midiendo su rendimiento. Esto facilita una definición más al detalle de las estrategias de negocio y un mejor equilibrio del dinamismo de los talentos profesionales.
  • Definen y cultivan relaciones estratégicas externas e internas con grupos clave y profesionales con experiencias que ayuden a acelerar los objetivos y resultados de las estrategias de negocio empleadas.

Los equipos diversos, indudablemente, atraen muchos beneficios a las empresas que invierten en estos grupos de recursos de empleados. No obstante, la creación de estos grupos requiere del análisis de los objetivos del mismo, para poder seleccionar a aquellos profesionales más afines y preparados para aportar compromiso y empatía a estos grupos de trabajo.

Los grupos ERG junto las nuevas tecnologías se sitúan como verdaderas tendencias de futuro en la gestión empresarial. La idea de minimizar poco a poco la descentralizando en la gestión y control de determinados departamentos, hace de estos grupos de recursos de empleados una herramienta eficaz contra el estancamiento estratégico y un soplo de aire fresco para la mejor toma de decisiones.