La cadena de suministro es un área llena de oportunidades para las empresas

Cada uno de los procesos que la integran influye considerablemente en la rentabilidad del negocio, afectando a compras, costes, y al servicio que se ofrece al cliente final.

Muchas empresas, a la hora de optimizar su cadena de suministros, recaen en errores, generalmente por querer obtener un beneficio inmediato de esta optimización.

Errores en la optimización de la cadena de suministro

  • No tener en cuenta los requisitos de los clientes: no todos los clientes de una empresa tienen las mismas necesidades. La empresa tiene que saber identificar los tipos de clientes que tiene y segmentarlos de la manera correcta, dirigiéndose a cada grupo de la forma que más se adapte a sus necesidades.

Una vez segmentados, podremos crear diferentes estrategias para dirigirnos a ellos lo mejor que podamos.

  • Suponer que la optimización solo afectará a la cadena de suministro: es un error pensar que cuando comenzamos una optimización de la cadena de suministro, estos cambios solo afectarán a esta área.

 Tenemos que tener presente que, si queremos que esta optimización tenga éxito, debemos involucrar a todas las áreas que tengan que ver con alguna parte de la cadena ya que, como hemos dicho anteriormente, la cadena de suministro influye en la rentabilidad de la empresa, por lo tanto, hay que mantener fuertemente unido a cada departamento involucrado de alguna manera al proceso de suministro.

  • Ver la optimización como sólo un proceso interno de la empresa: está claro que se trata de un proceso interno de la empresa, pero también de un proceso externo, que muchas veces pasamos por alto.

En este punto tenemos que tener una visión global, una visión integradora tanto a nivel interno, como externo. Involucrando a los socios comerciales, a todos esos agentes externos que contribuyen al funcionamiento de la cadena de suministro como pueden ser los proveedores de materiales.

De la misma forma que no podemos olvidar el papel humano, la optimización no se centra exclusivamente en los procesos materiales o tangibles, sino que también se ve afectada por este factor. Hay que preparar a las personas encargadas de esta área de trabajo. Involucrando a todos los recursos humanos de la empresa, esta optimización será más fácil de lograr, y más efectiva.

Únicamente valorando la optimización desde ambas partes (interna/externa, tangible/intangible), podremos llegar a alcanzar las oportunidades que nos ofrece la optimización.

  • No tener claro los objetivos que se quieren alcanzar: antes de llevar a cabo este proceso de optimización se debe tener claro a dónde se quiere llegar. Teniendo una misión clara de los objetivos, así como la consecución de unos resultados, nos ayudará a conseguir más fácilmente que todo el proceso tenga el éxito que esperamos.
  • Suponer que la tecnología por si sola solucionará todos los problemas: todos sabemos que el uso de las tecnologías nos ayuda enormemente en el día a día, tanto de manera personal como empresarial, pero pensar que esta tecnología por si sola arreglará los problemas de la cadena, es un fallo muy común.

Para que esta tecnología nos pueda ayudar, tenemos que haber optimizado primero el proceso.

Una vez optimizado este proceso, incluir el uso de tecnologías en el negocio, y más concretamente en el área de la cadena de suministros, solo nos aportará beneficios. Se detectarán los problemas más rápido, y como consecuencia, podremos ofrecer soluciones más rápidas y adaptadas a cada segmento de clientes.

  • Ahorro en costes como único objetivo: este es uno de los errores más comunes. Muchas empresas comienzan el proceso de optimización de su cadena de suministro con el objetivo único de ahorrar en costes, pero no consideran que cada segmento de sus clientes tiene unas necesidades concretas que pueden verse afectadas.

 No se puede pensar solamente en los costes operativos, sino que se debe prestar atención al servicio prestado. Si reducimos los costes, pero baja la confianza de los clientes y bajan las ventas, obtendremos una reducción de la rentabilidad. Se debe tener en cuenta la posible actitud de los segmentos de clientes ante los cambios.

Hemos visto los errores en la optimización de la cadena de suministro, los 6 errores más comunes que cometen las compañías.

Es fácil caer en ellos, sobre todo cuando no se tiene los conocimientos previos necesarios en la realización del proceso. Es vital tenerlos en cuenta si queremos comenzar un proceso de optimización de la cadena de suministros.

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