Estamos acostumbrados a realizar y gestionar nuestras compras atendiendo al coste de la misma para ser capaces de cumplir con los objetivos estratégicos de la compañía, con la consecución de ahorros que nos permita cumplir con nuestro presupuesto y llegar a lo que se nos está demandando.

La vorágine del día a día puede no dejarte ver más allá del coste, del precio de compra, apartándote de la realidad que cumple el producto en cuestión dentro del conjunto que supondrá el producto final a vender.

Debemos ser capaces de ver y estudiar el valor de la compra, sin atender a los estrictos marcajes que nos ofrecen los KPI’s, y teniendo como referencia a nuestros clientes internos, que son los que van a valorar y sufrir nuestras, a veces, herméticas decisiones. Compartir el resultado de la búsqueda de productos y proveedores con departamentos como I+D u Operaciones nos permitirá ver y estudiar, con miras más altas,  los verdaderos productos que nos van a aportar valor y economía de escala.

“La valoración del coste de la compra más el del coste de la transformación es lo que debe marcar a un producto como éxito.”

Nuestro objetivo común con nuestros departamentos comerciales y de marketing nos permitirá emplazar nuestro tiempo y valor a aquello que realmente está demandando el mercado, que muchas veces no es aquello que mejor se ajusta a nuestra estructura, a nuestras líneas de producción ni a nuestros deseos. La comodidad no es algo que se ajuste a un departamento de compras, al coste del producto tenemos que añadir el estudio del valor del proveedor, la calidad de ambos y la viabilidad del servicio y de la producción.

Tener un completo sistema de  homologación de proveedores nos aportará mucho a nuestro trabajo y a nuestra compra,  y nos ayudará a ver el valor real que nos puede aportar. Muchas veces somos los ojos de nuestra empresa fuera de las cuatro paredes que conforman nuestra estructura y debemos saber transmitirlo a nuestros clientes internos, ofreciéndoles una información total y real.

Para aportar valor a la compra es imprescindible el conocimiento total del producto y del proveedor, esto no es posible sin visitas periódicas a las instalaciones de nuestros colaboradores, a compartir con ellos nuestras problemáticas o dudas e incluso a presentarles alternativas que nos ofrezcan mejoras continuas. Pero lo que sin duda no es viable es no conocer el proceso interno que va a llevar al producto a ser lo que realmente nos están demandando. Tenemos que ser los primeros en estudiar y valorar el proceso interno y ver de primera mano cómo aquello que parecía que iba a ser el mejor producto realmente lo es. No debería existir un proceso de homologación de producto que no pasara por un estricto estudio productivo, lo que conlleva un desarrollo de trabajo conjunto de las distintas áreas funcionales.

Otro apartado que nos otorgará valor será el trabajo conjunto con nuestros partners y proveedores menos habituales, la claridad de las negociaciones y de saber explicar lo que estamos buscando, ayudará a tener un mejor resultado y aportará mucho valor sobre nuestra opinión sobre los mismos. Si anteriormente decía que son de obligado cumplimiento nuestras visitas a las diferentes instalaciones, igualmente considero que es de alta importancia el trabajo conjunto de nuestros proveedores en nuestros propios procesos, que les permita conocer de primera mano que es lo que estamos demandando o donde no están cumpliendo sus productos los requisitos que les hemos solicitado. No olvidemos que lo de “a pie de máquina” nos permite una visualización extraordinaria que no se nos da desde las paredes de una oficina. Sería muy conveniente y deseable desarrollar las nuevas líneas de productos junto con nuestros compañeros de viaje, que nos pueden aportar otras visualizaciones o problemáticas que nos pueden surgir en el futuro y que nos pueden llevar incluso al abandono del desarrollo. Es imprescindible vivir el proceso en conjunto para convertir un producto en un éxito.

Una selección de proveedor con unos criterios concretos y valorados nos ayudará a disipar dudas en nuestra elección y aportará éxito a nuestro proceso. Es imprescindible tomar el tiempo necesario para realizar esta selección atendiendo a los criterios que se consideren oportunos y que sean válidos para nuestras necesidades que, por supuesto, deben de coincidir con las necesidades de nuestra compañía, cosa que no siempre ocurre. A veces un criterio de cercanía es más valorable que una inmensa capacidad productiva.

Debemos fijarnos en todo lo que aporta valor a nuestras compras, no nos fijemos sólo en el coste, que a veces dista mucho de dejarnos ver el horizonte.

Una vez leí una frase que me encanta:

No hay un área dentro de la corporación igual a compras, que tenga 365 días del año diferentes. Pues vayamos a por ellos con valor.

Sobre el autor…

  Jose Vicente Garrigues Sanchis

Dispone de una larga trayectoria profesional de más de 20 años en el sector de las compras. En la actualidad es el Director de Compras de Platos Tradicionales, empresa dedicada a la producción de platos preparados y asados, para la gran distribución, donde ha ejercido este cargo durante más de 11 años.

http://platostradicionales.es/es