Hoy en día, las empresas están tratando de implementar la estrategia de transformación digital correcta, ya que la digitalización no es la forma de destacarse, sino de sobrevivir en el mercado.
Aunque esto es una realidad, no todas la empresas abrazan la transformación digital con entusiasmo… de hecho ni siquiera se acercan.
Las razones habituales por las que los proyectos de transformación digital no se ejecutan, generalmente, se asocian con el presupuesto, las habilidades o la capacidad de una empresa.
Sin embargo, existe otro problema que necesitará más que una conversación para su solución. Y es que la mayor razón por la que la transformación digital no está llegando a las empresas es una poderosa incertidumbre, comodidad… o miedo al cambio.
Existe miedo a salir de una zona de confort que perjudique al rendimiento de la empresa, además de un temor a incomodar a las partes interesadas en el negocio.
¿Quién tiene miedo? Para una buena parte de las opiniones los CEO de empresas y responsables de compras pueden repartirse este temor a la transformación digital.
En cambio, otra gran parte asegura que los responsables de compras están deseosos de virar hacia una estrategia mucho más digital, siendo los mandos superiores los que tienen reticencias.
Probablemente definiendo esos “miedos” podamos sacar nuestras propias conclusiones sobre quien teme más a la transformación digital.
Transformación Digital: Principales miedos
Retomando encuestas actuales, más del 94% de las compañías piensa que la transformación digital es una prioridad estratégica para el negocio.
Entonces ¿Qué está pasando? Vamos a enumerar los principales miedos que componen un muro para dar paso a la digitalización en las empresas.
Miedo a cambios significativos
¡Qué daño está haciendo la zona de confort! Los cambios no tienen por qué ser negativos, de hecho todo cambio, de un modo u otro, aporta condicionantes positivos.
En el ámbito empresarial, quien no esté preparado para continuos cambios o maneje cierta adaptabilidad y flexibilidad está abocado a reducir gradualmente su rendimiento y productividad.
La denominada “zona de confort” es el origen de fin de muchos negocios y empresas con un buen potencial para mejorar.
Dudas en cuanto la rentabilidad
¡Los arboles no dejan ver el bosque! Esta conocida frase puede resumir perfectamente el sentir de aquellos que son capaces de ver más del proceso de transformación digital.
Centrarse solo en lo que conlleva el cambio, no permite apreciar con claridad las mejoras, que la tecnología, imprime en la metodología de trabajo y estratégia, unido a un aumento de la rentabilidad productiva.
Miedo a la complejidad técnica
Las nuevas tecnologías significan reconstrucción, y las empresas pueden temer implementar innovaciones en sus rutinas de trabajo.
La mentalidad media gira sobre la idea que las innovaciones también traen riesgos… y pocos quieren riesgos.
Invertir en tecnología significa recalcular presupuestos, etc… También se teme al hecho de meterse dentro de una espiral técnica sin fin que precise continuos cambios.
Miedo a las inversiones a largo plazo
La implementación de los avances tecnológicos requiere inversiones, y esto significa que la rentabilidad puede venir en un periodo a muy largo plazo. Las empresas temen asumir estos riesgos y no entienden que el desarrollo y las mayores ganancias requieren importantes inversiones.
Por lo general, todos estos miedos residen en la responsabilidad de las altas esferas de una empresa.
Para un profesional de compras cualquier recurso capaz de mejorar sus funciones y toma de decisiones, siempre será bienvenido. Esto no quiere decir que no tenga analizado los riesgos, los conoce y entiende pero también reconoce las mejoras que la tecnología puede aportar a su área.
Con toda seguridad, una comunicación empresarial sólida y continua tanto de carácter ascendente como descendente debe ser una tarea prioritaria para que una transformación digital sea llevada de un modo profesional y efectivo.
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