Los errores humanos en las operaciones de almacén son muy comunes y desprenden consecuencias muy negativas para el rendimiento y productividad final
Dentro de la lógica de negocio de una empresa, los fallos y errores están a la orden del día, las operaciones de almacén son las tareas donde se suelen identificar un mayor porcentaje de errores. Todas las tareas derivadas de las operaciones de almacén suponen una influencia sobre el estado, el rendimiento y productividad de la cadena de suministro.
Una gestión del almacén poco eficaz identifica una cadena de suministro muy poco eficiente, mostrando una imagen de marca y servicio al cliente muy poco beneficiosos para las empresas.
Los errores en las operaciones de almacén, pueden identificarse en uno o varios puntos dentro de los procesos operativos. Las tareas repetitivas, manipulación incorrecta de datos, escritura a mano ininteligible o las entregas equivocadas de productos, suelen ser acciones muy comunes y que implican la aparición constante del error, impactando de forma grave en la rentabilidad final del proceso productivo.
¿Es posible eliminar el error humano en las operaciones de almacén? No, no es posible borrar de un plumazo los errores humanos en los procesos de trabajo, pero si es una gran realidad la capacidad de minimizar la aparición de errores, tan solo con unas acciones prácticas.
Operaciones de almacén efectivas
Todo proceso o tarea de negocio no está exenta de mejora en sus metodologías y rutinas de trabajo. El ámbito del almacén en una empresa, conlleva una serie de tareas operacionales que corresponden a diferentes niveles de empleados. Es posible tomar partida por algunas acciones prácticas, para asegurar un nivel mínimo de error en las operaciones de almacén:
- Establecer procedimientos operativos estándar. Una buena forma de gestionar el error en los almacenes, reside en la creación de procedimientos operativos estándar de obligado cumplimiento para todos los empleados. Desde la esquematización de los pasos a seguir de cada tarea a la documentación a fondo de cada proceso, son dos buenos ejemplos para controlar el error.
- Innovación tecnológica. Una opción para minimizar el error, es automatizar los procesos y tareas de negocio. Las nuevas aplicaciones de gestión de almacén o de inventario reducen de forma eficaz las desviaciones o fallos que pueden surgir.
- Formación y gestión de la mano de obra. Puede parecer un tema muy repetitivo, pero la continua formación de los empleados aumenta y mejora las habilidades de los mismos. Además crea un verdadero vínculo de compromiso con la empresa, derivándose en un trabajo de más calidad y eficiente. Las gestión de la mano de obra cubre una serie de prácticas muy interesantes: desde el refuerzo positivo a la compensación por la baja tasa de errores o la estimulación a la reducción y la detección de errores en las operaciones de almacén.
Disminuir los errores en los procesos de negocio es una tarea continua y a largo plazo, mediante pequeñas acciones es posible aumentar de forma gradual el rendimiento y productividad de las diferentes áreas de negocio.