Las pequeñas variaciones en la demanda producen el Efecto Látigo, golpeando con fuerza la cadena de suministros
La cadena de suministro es una de las partes más influyentes e importantes del ciclo de vida de producción de una empresa. La buena marcha de la cadena de suministros otorga la solidez y la efectividad necesaria para la correcta gestión de los posteriores procesos de negocios.
El Efecto Látigo es un mal que afecta a muchas cadenas de suministros, se define como aquellas consecuencias que se producen en la cadena de suministro ante pequeñas variaciones en la demanda. Por lo general, estas pequeñas fluctuaciones en la demanda de productos o servicios producen verdaderos caos en los inventarios, con consecuencias muy graves para el rendimiento final: excesos de stock, aumento de los costos de almacenamiento, incapacidad para gestionar oscilaciones de productos y bajo nivel de ventas.
La demanda es el principal responsable de la aparición del Efecto Látigo, pero también influyen otra serie de cuestiones relativas a este tipo de contextos de trabajo:
- Estrategias de adquisición poco tolerantes y flexibles, incapaces de adaptarse a las nuevas circunstancias que ofrece la inestabilidad del mercado.
- Graves taras en la comunicación y colaboración a lo largo del ciclo de vida de la cadena de suministro. Los distintas apreciaciones de una y otra parte sobre la demanda a controlar, genera nefastas tomas de decisiones y equivocadas estrategias de adquisición.
- Tendencia a gestionar de forma incorrecta el stock de seguridad, creando verdaderos tapones en el inventario final de la empresa.
- La volatilidad de los precios estimulan el incremento de la demanda, generándose periodos de más demandas que otros sin ser proporcionales a las necesidades.
Con todo esto se incentiva la aparición del Efecto Látigo, el cual ha de asumirse con rapidez para poder ofrecer la mejor solución posible.
Cómo reducir el efecto látigo, estrategias para mitigar su aparición en la cadena de suministros
A partir de las principales causas que potencian la aparición del Efecto Látigo, podemos enumerar los siguientes modos de actuación para saber cómo reducir el efecto látigo en las cadenas de suministro de las empresas:
- Mejorar la comunicación a todos los niveles, con el uso de las nuevas tecnologías y en la determinación sistemática de concertar reuniones periódicas entre las partes interesadas en los procesos de negocio. De esta manera, se minimizan de forma clara las posibles dudas y problemas derivados del área funcional de los procesos de la cadena de suministro.
- Integrar estrategias de adquisición proporcionales a las necesidades reales de cada momento, evitando la sobrecarga de aprovisionamiento, tratando de incentivar cierta flexibilidad en las estrategias de compras futuras.
- Uso de las nuevas tecnologías de software de gestión y negociación electrónica para poder recabar la mayor cantidad de información y datos con el fin de poder prever y gestionar de manera correcta las fluctuaciones del inventario.
El Efecto Látigo es mucho más frecuente de lo que se cree, sin unas buenas prácticas puede convertirse en el principio de un problema organizativo y funcional de grandes proporciones.
