La cadena de suministro es uno de los factores fundamentales para la buena marcha de una empresa y, en especial, del área de compras. De hecho una falla en la cadena de suministro puede conllevar a una gran pérdida de ganancias y de reputación de marca. Un proceso de compras responsable implica saber a ciencia cierta hasta donde llegan las características de los proveedores que forman parte de ella.
Los consumidores han cambiado radicalmente en los últimos años. Se han vuelto más exigentes y con un gran nivel de conciencia sobre el origen y el modo en el que los productos o servicios son llevados a cabo.
El panorama ha dado un vuelco con respecto a hace una década. Los consumidores tienen una mejor consideración sobre la calidad de un producto que el hecho de seleccionar una marca.
Se ha priorizado la responsabilidad social corporativa (RSC) la cual implica la capacidad de las empresas para efectuar un cambio social con sus creencias, prácticas y ganancias comerciales.
Para una organización empresarial, se trata de un plus más de exigencia para lograr el beneplácito de clientes y consumidores. Internamente una empresa puede saber qué hace para ser los más “responsable” posible, pero ¿y los proveedores? ¿Cómo se puede tener la seguridad de que su proceso de compra responsable sea seguido por ellos?
La respuesta profesional sería, gracias a la homologación de proveedores. Pero no es necesario tomar parte de este proceso, para saber las características de un proveedor interesante para determinado proceso de negocio.
Los nuevos procesos de compras digitales facilitan la comunicación y la transparencia de información, gracias a este contexto es posible formular cuestiones que fortalecen las posiciones negociadoras, facilitando el conocimiento entre empresa y proveedor.
Proveedor responsable = Proceso de compras responsable
No hay duda que los productos “responsables” se están aupando en el mercado, beneficiando tanto a consumidores como empresas. Ser empresa responsable es una de las grandes tendencias de los procesos de compras del futuro.
Ya sea que trabaje con dos, cuarenta o trescientos proveedores, las siguientes preguntas pueden ayudarle a analizar los procesos y la eficacia de los proveedores potenciales, estableciendo la importancia y viabilidad para un proceso de compras responsable.
¿Entiende nuestro negocio?
Para muchos expertos, esta debe de ser la primera pregunta a realizar a aquellos proveedores que sean interesantes. La forma más rápida de averiguar si un proveedor puede satisfacer sus necesidades es asegurarse de que le entiendan. La situación ideal es aquella en la que el proveedor tenga experiencia previa con empresas similares y pueda demostrar el conocimiento de tecnologías relevantes y problemas que afectan a su empresa.
¿Tiene la capacidad para cumplir con nuestros requisitos?
Otro factor fundamentales asegurarse que las capacidades del proveedor estén alineadas con sus necesidades. Además de conocer el proceso de producción del proveedor es importante fijar si posee los recursos suficientes para, por ejemplo, responder a los cambios en la demanda sin suponer problemas.
¿Evidencias sobre la calidad de sus procesos y / o productos?
Cuando se pregunta por la calidad de servicios o productos, innegablemente fijamos la vista a posibles certificaciones. Cuando un proveedor está realmente comprometido con altos estándares de calidad, estos son evidenciados a través de certificados de calidad como ISO 9001. Recordemos que una certificación de calidad compromete a una empresa a llevar un proceso de protocolo y metodología de trabajo encaminado a lograr los mayores estándares de calidad posibles.
¿Cuáles son sus credenciales éticas?
Tan pronto como un proveedor ingresa a la cadena de suministro, sus credenciales éticas se convierten en una extensión de la otra parte, implicando el correcto proceso de compras responsable.
Además se da la otra situación, pues en este caso la empresa compradora puede convertirse en cómplice de la conducta ética de la empresa proveedora. ¿Está el proveedor comprometido con la sostenibilidad ambiental y el cumplimiento ético? ¿Puede proporcionar los resultados de auditoría de una parte externa? ¿Aceptará una auditoría inicial y auditorías periódicas durante el contrato?
Este es uno de los grandes puntos críticos, fijar este factor es clave para poder asegurarse de un proceso de compras responsable y lograr el mayor rendimiento de dicha cooperación con los proveedores. No se debe escatimar en conocer la verdadera implicación en este asunto por parte de la empresa proveedora.
¿Cuál es el estado de la salud financiera?
Los proveedores que pueden demostrar una fortaleza financiera continua son una apuesta mucho más segura para una relación a largo plazo. Los proveedores que son financieramente seguros tienen más probabilidades de sobrevivir a una economía cambiante.
Cuanto menos problemas económicos mucho mejor, pues nos aseguramos de no ser “víctimas” de las pertinentes dificultades que acarrean estas situaciones a nivel empresarial.
Además, los nuevos procesos de compras apuestan por las relaciones a largo plazo, donde empresa compradora y proveedores corran en paralelo como socios y aliados estratégicos.
¿Cuál es su enfoque hacia la comunicación y las nuevas tecnologías?
La transformación digital en los departamentos de compras ya no es una opción, se ha convertido en un verdadero elemento diferenciador frente a la competencia. Las ventajas que ofrece el uso de las nuevas tecnologías tanto para procesos de negociación o de comunicación es un factor determinante para lograr una mayor eficiencia. Un desequilibrio ente ambas posturas puede dar lugar a inestabilidad productiva.
Una empresa proveedora capaz de progresar tecnológicamente a la par que su cliente, solidifica el vínculo y potencia el crecimiento mutuo con el fin de lograr el mayor número de objetivos.
Un proceso de compras responsable posee numerosas aristas a recorrer, nada puede quedar a la improvisación, pues el futuro de la marca y el rendimiento final productivo está en juego.
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